sábado, 9 de agosto de 2008

como la extraño

Quiero compartirles lo que ha estado sucediendo en mi vida durante estas ultimas semanas: “Como extraño la Casa de DIOS”.

Si tú hermano y hermana has experimentado este sentimiento sabes perfectamente bien lo que quiero decir.
Aunque hay personas que simplemente les da lo mismo congregarse o dejar de hacerlo porque son personas que se han acomodado a un estilo de vida diferente y han sustituido lo que han sido en DIOS y no llegan a echar de menos el bien que ya no tienen. Este género de personas suelen ser víctimas del sistema del mundo: esclavos de la carne en sus deseos que se acostumbran a vivir una vida tibia por su propia decisión.
Así que “extrañar” es anhelar ardientemente estar en la Casa de DIOS. Es recordar los mejores momentos en su presencia. Es reconocer que nada puede llenar nuestro corazón de esa paz que podemos experimentar cada vez que venimos y nos congregamos.
Por lo tanto no dejemos de congregarnos pues DIOS ha prometido darnos aquí bendición y vida eterna.
Atentamente,
Pastor Jorge

¿SALU? O ¡SALUD!

La expresión ‘salud’ al momento de brindar algunos dicen: ‘salucita’ o ‘a su salu’ Investigué para saber la razón por la cual se hace asi. Algunas leyendas hablan de que esto se inspira en el deseo de los comensales de resguardarse de posibles deterioros o descomposiciones en los alimentos. Entonces decían ‘a su salud’, esperando, al mismo tiempo, que las propiedades del vino ayudaran a una mejor digestión.
En los grandes festines griegos y romanos era tal la cantidad de gente que participaba en tales bacanales, que una manera de llamar la atención de los sirvientes para llenar la copa o traer más alimentos era levantar estos recipientes y hacerlos sonar. Igualmente, se menciona la versión de que, conscientes de la manera como el vino alegraba los sentidos de la vista, el gusto y el olfato, los griegos y romanos comenzaron a chocar las copas para no dejar atrás el oído. Con salud o sin ella la vida no tendrá sentido, porque sin Cristo todo es “Vanidad de Vanidades” Pero nosotros como cristianos tenemos en Cristo: Salud y Sanidad garantizado.
Atentamente,
Pastor Jorge G. Monzón.