EL ANTIDOTO PARA LAS EMOCIONES DAÑADAS

El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. Salmo 23:3.

Ésta son buenas noticias; todos necesitamos restaurar nuestra alma periódicamente. La vida es dura, todos de alguna manera u otra hemos sido heridos, emocionalmente.

Hemos sido golpeados por el desaliento, la depresión, la traición, el desengaño, y otras cosas más que nos traen fatigados, frustrados, resentidos, amargados, confundidos, temerosos, etc., Hay mucha gente que tiene heridas ocultas del pasado, cicatrices de batallas, recuerdo de derrotas, experiencias negativas y basura emocional. Pero DIOS desea darnos el antídoto para sanar nuestra alma y restaurarla. ¿Cómo DIOS puede ministrar un cambio en mi vida?
El Camino para la Sanidad Emocional
1. Cuando dejo a DIOS quitar mi culpabilidad.
2. Cuando dejo a DIOS consolar mi pena.
3. Cuando dejo a DIOS sustituir mi resentimiento
La Culpabilidad, la Pena, El resentimiento, son tres cosas que producen inestabilidad emocional en las personas.


1.) Cuando dejo a DIOS quitar mi culpabilidad. Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como pesada carga, pesan mucho para mí. Salmo 38:4,6 Todo el día ando triste, cabizbajo y deprimido.
Nada destruye más al alma que la culpabilidad. Hay dos cosas que hace “la culpabilidad”
a. Todos tenemos razones suficientes para sentirnos culpables. todos Somos imperfectos. todos cometemos errores. Por la naturaleza llevamos culpabilidad en nuestras vidas.
b. No podemos alejarnos de ello. Está en nuestra mente. Incluso si vamos a una nueva localización llevamos una conciencia culpable con nosotros.
Lámpara del SEÑOR es el espíritu del hombre que escudriña lo más profundo de su ser. Prov. 20:27
No se puede pretender que no hay culpabilidad en nuestra vida, por efectos de emociones dañadas. No se puede minimizar. No se puede ignorar. No se puede racionalizar. No se puede culpar a los demás. Solamente una cosa es la que funciona, y es dejar la culpabilidad a DIOS porque es el único que la puede quitar.


2.) Cuando dejo a DIOS consolar mi pena. Ten piedad de mí, oh SEÑOR, porque estoy en angustia; se consumen de sufrir mis ojos, mi alma y mis entrañas. Salmo 31:9
No todas las cosas en la vida son perfectas, aquí estamos en el planeta tierra, no en la casa del Padre, no estamos en el cielo. Algunos días usted experimentará el dolor, la pérdida, la pena.

Una Carta de una Persona en Divorcio:
Pastor: El año pasado mi matrimonio de 20 años se destruyo. Yo peleé de verdad por mi matrimonio, por mantener mi hogar. Ahora estoy divorciado e indeseado. Le escribo a usted porque no tengo con quien compartir mis sentimientos. Me siento mal y muchas veces me siento inseguro del futuro. El rechazo es un dolor que yo no quisiera que nadie sintiera. Mi pena me abruma y el corazón me duele por la soledad. Frecuentemente regreso de mi trabajo a una casa vacía y me siento a llorar. Pero hay nadie para sostenerme cuando lloro. Todos están demasiado ocupados atendiendo sus propias vidas. Yo se que la vida tiene que continuar, para otros, pero para mí: me arrastra la pena minuto a minuto. Me siento tan lisiado emocionalmente y desamparado para cambiar. No puedo regresar al pasado y enmendar los errores que cometí. Mi situación parece estar más allá de mi control. Pastor, ayúdeme por favor por favor a reparar mi corazón quebrado.

Si usted identifica con esas emociones, le quiero decir, que hay un Cristo que puede llenar todo vacío en el corazón. El conoce su dolor, su pena y El quiere consolar su alma afligida.
A) Acepte lo que usted no puede cambiar.
B) Clame a DIOS desde lo profundo de su corazón.
C) No mire lo que perdió, vea lo que tiene.


3) Cuando dejo a DIOS sustituir mi resentimiento.

El resentimiento viene cuando pienso en lo que otros me han hecho. La culpabilidad viene cuando pienso en lo que yo le hecho a otros. Pero a veces es mayor el resentimiento que la culpabilidad. La vida es dura y en el caminar de la vida podemos ser heridos por los que mas nos aman, podemos ser lastimados por los que supuestamente tiene que cuidarnos o apreciarnos mas, pero es parte de la vida y tenemos que determinarnos como es que vamos a enfrentar la vida como personas resentidas o como personas compasivas. Job 5:2
(BAD) El resentimiento mata a los necios; la envidia mata a los insensatos.
(DHH) Entregarse a la amargura o a la pasión es una necedad que lleva a la muerte.